Desnaturalizados los que reniegan del 12 de Octubre negando su idioma y su cultura y sin embargo, se aferran a su gota de español

Resumen

La mayoría de los dominicanos tienen ascendencia africana subsahariana, lo que los haría "negros" según las reglas históricas de "una gota" de los Estados Unidos. Los estudiantes dominicanos de secundaria de segunda generación en Providence, Rhode Island no identifican su raza en términos de blanco o negro, sino en términos de identidad etnolingüística, como dominicano/español/hispano. El carácter distintivo de las interpretaciones dominicano-estadounidenses de la raza se destaca al compararlas con las de los inmigrantes de segunda generación no hispanos descendientes de africanos y con las nociones históricas dominicanas de identidad social. La resistencia de la segunda generación dominicana a la racialización fenotípica como negra o blanca, hace visibles procesos de formación étnico-racial muchas veces velados, particularmente en la construcción de la categoría afroamericana. 

https://www.jstor.org/stable/2675839


☺♦☻☺♦☻☺♦☻☺♦☻☺♦☻☺♦☻☺♦☻☺♦☻☺♦☻☺♦☻☺♦☻☺♦☻☺♦☻☺♦☻☺♦☻☺♦☻


La República Dominicana tiene la distinción de ser el único país latinoamericano que tiene una población "mixta" como la abrumadora mayoría demográfica. La cantidad de mestizaje histórico entre personas de diferente sangre africana, india y europea ha sido alta y ha producido una multitud de mezclas "raciales". La ascendencia europea, o no africana/no indígena, ha variado enormemente, desde el español castellano hasta el español judío y moro converso, pasando por el francés, el inglés, el alemán y el italiano, ¡así como la ascendencia libanesa del Medio Oriente y china asiática! Además, la ascendencia africana ha variado desde los moros del norte hasta los pueblos de África central y occidental. En este sentido, los dominicanos son un pueblo multicultural, o mejor dicho, un pueblo multibiológico. Además de esto, sin embargo, muchos dominicanos tienen combinaciones de características "raciales" que dificultan determinar su ascendencia biológica exacta (Álvarez 1973). Así, la República Dominicana aparece también como un país de criollización "melting-pot". Los dominicanos se identifican con orgullo como un "salcocho" (un guiso que a menudo se conoce como el plato nacional) de los indios taínos nativos americanos, africanos y europeos.

Sin embargo, el guiso identitario tiene un fuerte sabor latino, muy aderezado por una ideología nacional derivada del dominio español. En última instancia, la República Dominicana es histórica y biológicamente multicultural, mientras que su identidad nacional es excepcionalmente unicultural. Es decir, a pesar de los antecedentes históricos y biológicos variables de su gente, la identidad cultural dominicana es sorprendentemente uniforme. De hecho, son los marcadores económicos los que dividen a la nación en oposición a los factores culturales o biológicos.

La política racial de la identidad dominicana es más compleja que la situación en muchos países americanos, incluido Estados Unidos. A diferencia del sistema estadounidense de referirse a cualquier persona con una remota gota de sangre africana como culturalmente afroamericano o racialmente "negro" (Marks 1994), los dominicanos tienden a ignorar su cultura africana y su "negritud" racial, identificándose más con su Ascendencia latina de origen europeo (Reid 1992). Lo contrario de las definiciones de los Estados Unidos, donde un bisabuelo "negro" hace que un individuo sea "negro", una gota aún más remota de sangre no africana hace que una persona sea "no negra" en la República Dominicana. Muchos dominicanos que viajan a los Estados Unidos se confunden al encontrarse agrupados con afroamericanos en lugar de latinos (Ferguson 1992). Finalmente, la cultura africana, aunque ciertamente detectable en el estilo de vida dominicano, no ha jugado un papel tan importante como en otras naciones del Caribe (Maingot 1992). Irónicamente, es Haití, la primera nación libre de origen africano en las Américas, y el país con la identidad africana más fuerte en el Caribe, ¡que comparte la isla Hispaniola con la República Dominicana!

Archivo Histórico de Santiago. © 2006 Todos los derechos reservados. Sitio web cortesía de Livio.com.

ETHNICITY

 

The Dominican Republic has the distinction of being the only Latin American country which has a "mixed" population as the overwhelming demographic majority. The amount of historical miscegenation between people of different African, Indian, and European blood has been high, and has produced a multitude of "racial" mixes. European, or non-African/ non-indigenous ancestry has ranged tremendously, from Castillian Spanish to Converso Jewish and Moorish Spanish, to French, English, German, and Italian, as well as to Midle Eastern Lebanese and Asian Chinese descent! As well, African ancestry has ranged from northern Moors to central and west African peoples! In this sense, Dominicans are a multi-cultural, or, better put, a multi-biological people. On top of this, however, many Dominicans have combinations of "racial" features that make it difficult to pinpoint their exact biological ancestry (Alvarez 1973). Thus, the Dominican Republic appears a country of "melting-pot" creolization as well. Dominicans proudly identify themselves as being a "salcocho" (a stew that is often referred to as the national dish) of the Native American Taino Indians, Africans, and Europeans.

However, the identity stew has a strong Latino flavor to it, highly seasoned by a national ideology derived from Spanish rule. Ultimately, the Dominican Republic is historically and biologically multicultural, while its national identity is exceptionally uni-cultural. That is to say, despite the variable historical and biological backgrounds of its people, Dominican cultural identity is strikingly uniform. Indeed, it is economic markers that divide the nation as opposed to cultural or biological factors.

Racial politics of Dominican identity is more complex than the situation in many American countries, including the United States. Unlike the United States system of referring to anyone with a remote drop of African blood as culturally African-American or racially "black" (Marks 1994), Dominicans tend to disregard their African culture and racial "black-ness," identifying more with their European-derived Latino ancestry (Reid 1992). The converse of United States definitions, where one "black" great-grandparent makes an individual "black," an even more remote drop of non-African blood makes a person "not-black" in the Dominican Republic. Many Dominicans traveling in the United States are confused to find themselves grouped together with African-Americans as opposed to Latinos (Ferguson 1992). Finally, African culture, while certainly detectable in Dominican lifeways, has not played as strong a role as in other Caribbean nations (Maingot 1992). Ironically, it is Haiti, the first free African-derived nation in the Americas, and the country with the strongest African identity in the Caribbean, that shares the island of Hispaniola with the Dominican Republic!

Archivo Histórico de Santiago. © 2006 All rights reserved. Website cortesía de Livio.com .

Comentarios