Leonardo Nin y las verdades modernas CREATIVIDAD Y BÚSQUEDA FORMAL. “TODO LO QUE NOS HACE HUMANOS ES UN VIAJE EFÍMERO Y CADA EXPERIENCIA COTIDIANA NOS ENGRANDECE”

Jenifer Marline para Listín Dario.

SANTO DOMINGO.- Escritor de la diáspora dominicana, nacido en Barahona. Guazábaras es su primera publicación de relatos (2002). A finales del 2008, puso en circulación en Santo Domingo su segundo libro de relatos Sacrilegios del Excomulgado.

Tiene inéditas las novelas Mañana, si Dios muere y Sólo sé que le llamaban Sombra. Reside en Boston donde se ha destacado por propagar los valores culturales dominicanos. Fue elegido por el Comité de la Semana de la Herencia Cultural Dominico-Americana para formar parte de la Primera Jornada de la Nueva Narrativa Dominicana, en Miami.

¿Qué origina y motiva la realización de este libro?
Al salir Guazábaras y yo terminar “Mañana, si Dios muere” buscaba una voz propia, diferente tal vez. Los primeros libros de cada escritor son casi siempre gobernados por las añoranzas y las vivencias de la vida, después uno crece y cultiva ideas y puntos de vistas basados en nuestra manera de ver al mundo y eso pasó con este libro. Digamos que se me abrieron los ojos al mundo del pecado de simplemente ser humano.  

¿Cuál es el propósito y la intención con que lo publicas?
Quería publicar una obra que obligara al lector a pensar, a trascender la simple metáfora o la figura literaria y meterse a la fuerza en la historia buscando una respuesta que no llega, ofensiva y elusiva. Este libro pretende incomodar las creencias de los lectores. Es un libro negro en el que, profanando los conceptos y las bases de la fe, intenta quitarle al lector la potestad de dejar de leer.

Quería que se sintiera mal consigo mismo después de leerme, que se sintiera culpable, violado, por no poder desligarse de su fe, pero haber terminado los cuentos.  Trato de invitar a los hombres a ver una nueva moral, no la regida por la religión o los dogmas, sino por la lógica, por la grandeza del espíritu. En la que el hombre en sí es responsable absoluto de sus actos y nadie más.

En varios personajes de distintos relatos, aunque no se asocian entre sí, se percibe una voz similar marcada por la ira.
Claro que me da rabia el mundo, los sistemas, las injusticias. Me mata el absolutismo de las verdades modernas, lo abstracto para muchos ahora es complicado, nadie quiere pensar, el dinero y la liviandad de espíritu es la carta magna de la constitución del hombre moderno. Nadie quiere ir más allá y responsabilizarse de sus actos y la culpabilidad siempre recae en otro, en el diablo, en el sistema del país, en que si los otros roban yo tengo que hacerlo porque es lo normal.

¿Cuál dirías tú que es el público idóneo para esta obra?
Uno no lo elige, el lector es quien elige a uno, es quien opta seguir leyendo o guardar el libro para siempre. La gente es quien comenta y sugiere. Una obra deber ser independiente y nunca necesitar del autor para llegar a tal o cual grupo. Lo que está entre las páginas debe ser más que suficiente para perdurar y si no lo hace, entonces no se logró el objetivo y la obra morirá en el anonimato.  

¿Cómo ha sido la labor formal en esta obra y si estás satisfecho con los resultados?
Sí, le dedicamos mucho tiempo. Los resultados inmediatos, hasta cierto punto, han sido muy favorables, la gente ha reaccionado muy bien. Pero realmente no sé qué pasará a largo plazo, eso dependerá del tiempo y los lectores. Hay libros que tardan años en descubrirse, otros, a veces están fuera de tiempo, algunos simplemente están destinados al basurero y yo no sé qué pasará con éste.  

Entre los temas que toca la obra están homicidio, masturbación, sexo, suicidio, injusticia, lujuria, homosexualidad, venganza. ¿Hay algún criterio que haya determinado su elección? Es que todo esto es lo que nos hace humanos, la vida es como un viaje, efímero, turbulento y complejo en el que cada experiencia nos engrandece como especie, nos obliga a evolucionar. Estas cualidades humanas, buenas o malas, nos permiten liberarnos y experimentar el albedrío pleno. Es imposible apreciar la vida, si la misma a su vez queda desligada del suicidio y el asesinato.

¿Con cuáles de tus influencias literarias tiene más deudas la obra?
Los conceptos de fe y culpa tienen mucha influencia de Dostoievsky y Nietzsche, la decadencia de Rilke y Rosthmantal, la apatía de Byron, la arrogancia de Borges, la sencillez de Paz.

http://www.listindiario.com/ventana/2009/3/13/94329/Leonardo-Nin-y-las-verdades-modernas

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