La promesa de Martha

Martha Rivera-Garrido


"Me prometo a mi misma un poco de sueño todas las noches y un pequeñito nido que me contenga al dormir. Una sonrisa cada día al despertarme, a pesar de todo aquello que la noche no haya escondido bajo su manto y que siga doliendo al amanecer. Una sonrisa que le de gracias a la vida por perpetuarse en mis batallas, en la enfermedad y en todos mis desgarramientos. Me prometo a mí misma seguir peleando por una vida que me merece y que definitivamente yo me merezco. Alejarme de todo lo que me dañe y no dañar nada de lo que amo. Buscar la salud y la alegría dentro de mi misma, ya que yo y únicamente yo me las puedo proporcionar. Molestar lo menos posible a mis seres queridos y bendecirlos con mi mejor energía y con el espíritu de amor que alentaron mis padres hasta en mis lagrimas. Me prometo mirarme los pies cada vez que se me olvide que puedo caminar, tocarme las manos cada vez que se me olvide acariciar, abrir los ojos con fuerza cada vez que se me olvide que indefectiblemente después de cualquier sueño llega el despertar. Comer mejor, pensar en silencio y no extender mis brazos hacia donde no puedan llegar. Me prometo un camino donde lo imposible siga siendo destino, una canción cuando parezca que ya no puedo respirar y un poema por cada verdad que sienta y que diga, y que no tenga marcha atrás".
©Martha Rivera-Garrido

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