Por Ramón Arturo Guerrero. 7 de septiembre de 2014 - 12:12 am - 0 Comentarios
Ramón Arturo Guerrero
Agrónomo y periodista.
Líderes de la Juventud Obrera Católica. |
El origen de la “Democracia Cristiana” (o Social Cristiano) se halla en la reacción de la Iglesia por su pérdida de influencia en Europa ante el avance de las ideas políticas liberales en aquel continente. Este declive culminó en 1870 con la disolución de los Estados Pontificios, como corolariode la reunificación de Italia. En consecuencia, el Papa, que gobernaba estos territorios desde el año 751, quedó sin territorio físico, hasta que el Tratado de Letrán en 1929 le cediera la Ciudad del Vaticano y numerosos edificios en Roma, además de la residencia de Castelgandolfo.
El germen de la Democracia Cristiana estuvo en la “Acción Católica”, movimiento que surgió en Alemania tras la revolución de 1848, originalmente orientado a defender la Iglesia y restaurar el fragmentado orden religioso. Para darle coherencia y sustentación a estos movimientos laicos el Papa León XIII emitióel 15 de mayo de 1891 su encíclica Rerumnovarum (De las cosas nuevas), la primeraencíclica social, una carta abierta que criticaba las condiciones de las clases trabajadoras, aunque defendía la propiedad privada y el derecho a la sindicalización. Durante la segunda mitad del siglo XIX prosperaron en Francia, España, Italia y Bélgica las asociaciones católicas laicas.
El creador de la Acción Católica como actividad organizada de los laicos para “unificar sus fuerzas para situar de nuevo a Jesucristo en la familia, en la escuela en la sociedad”, fue el Papa Pío X quien en su encíclica Il firmo propósito, del11 de junio de 1905, sentó las bases de su constitución. Pero, quien le daría forma definitiva al definirla como “participación de los laicos en el apostolado jerárquico” seria Pio XI en su carta QuaeNobis, dirigida al cardenal alemánAdolf Bertram el 13 de noviembre de 1928.
En 1924 surgió en Bélgica, por iniciativa del sacerdote Joseph Cardijn y a partir de un grupo de jóvenes trabajadores, el primer movimiento especializado de la Acción Católica, es decir, teniendo como objetivo de su actividad un ambiente determinado, el que la Iglesia llama “mundo del trabajo”. Nació así la Juventud Obrera Católica (JOC).
Líderes de Juventud Obrera Católica.
La tarea de orientar la implantación del movimiento de la democracia cristiana en República Dominicana, tras la caída del régimen tiránico en 1961,les tocó a los Jesuitas, en parte por la vocación política de esta congregación y en parte por su labor en este campo desde los tiempos de la dictadura trujillista.[i] El embrión del socialcristianismo estuvo en la Juventud Obrera Católica, surgida a su vez de la Acción Católica y que estuvo vigente durante la dictadura de Trujillo hasta el rompimiento de comienzos de 1960. Gracias al arraigo social de la Iglesia Católica el movimiento social cristiano alcanzó tal arrastre que su candidato presidencial, Alfonso Moreno Martínez, logró el tercer lugar en las elecciones del 20 de diciembre de 1962 con 56,794 votos.
José Gómez Cerda, testigo de la época y participante de primera línea, cuenta en un extenso artículo sobre la historia de la Confederación Autónoma de Sindicatos Cristianos (CASC) que los fundadores de esta confederación “fueron en su mayoría dirigentes formados en la JOC, entre ellos Henry Molina, José Gómez Cerda y Porfirio Zarzuela: también se integraron Rosendo López, y jóvenes dirigentes en esa época como Herminio Almonte y Juanita Pichardo, en Santiago; Ramón Ramírez, en Puerto Plata; Ramón Martínez Portorreal, en la Juventud Trabajadora Nacional (JTN)”.
La JOC y la CASC son anteriores al Partido Revolucionario Social Cristiano (PRSC). El origen de la CASC data del 5 de febrero de 1962 cuando quedó formado en Santiago el sindicato Autónomo de Industria Farmacéutica ( SADIF), el primer sindicato de inspiración cristiana en la República Dominicana que, según Gómez Cerda, aprobó “una serie de principios y valores humanistas en sus Estatutos y plataforma de lucha. Esa asamblea constitutiva fue orientada por el padre Manuel González Quevedo y el sindicalista José Gómez Cerda”[ii] Gómez Cerda ofrece una lista de los iniciadores del movimiento socialcristiano, dice: “También acompañé a Yuyo (D’Alessandro), en Moca, en una reunión con el grupo de mayor formación ideológica del socialcristianismo dominicano, entre los que se encontraban Artagnán Pérez, Abigail Cruz Infante, Dorito Acosta, Darío Bencosme, Nino Comprés, el padre Cruz Méndez, Alberto Peña Lebrón, Alberto Guzmán, y otros.
En las actividades del inicio del socialcristianismo …tuve la ocasión de compartir con otros jóvenes en esa época, entre ellos a Ignacio Miranda, GiuseppeRimoli y sus hermanos, Johnny Martínez, Abrahán Medina, José Joaquín Puello, Fernando A. Battle Pérez, Bernardo Defilló, Antonio (Tom) Lluberes, Enrique de León, Leonel RodríguezRib, Freddy Madera, Guillermo Caram, Romeo Llinás, Pablo Nadal, Víctor Hidalgo Justo, Humberto (Titico) Ruíz, Agustín Heredia, Pedro Gil Iturbides, Miguel Cocco, Andrés Lockward, Lucas Rojas, Rafael Francisco Bonnelly, Yía Valverde, Chico Córdova, Nobel Alfonso, Carlos Pimentel, Yaqui Núñez del Risco, “Monchu” Pons, Guarionex de la Rosa, Adriano de la Cruz, Antonio Rosario, César Estrella Sahdalá, y mujeres excepcionales como Josefina Padilla, Eulalia Flores, Nidia Puente, Milagros Prat, Vicenta Lamort, y otras.También…con jóvenes que teníamos interés en la doctrina socialcristiana, como Juan Bolívar Díaz, AntinoeFiallo, Dagoberto Tejada, Quico Tabar, Quique Acevedo, Rafael (Cholo) Brenes, Josefina Rijo, Bienvenido Brito, Julio Cross Beras, Marco Aurelio Juliao y su madre; Lorenzo Cueto Guerrero, José González Cano, Eduardo Álvarez, Caonabo Javier Castillo; y otros más adultos como CarlinoGonzález, Mejía Feliu, Luis Martínez Pina, Pilía Moreno Martínez, Héctor Livio Peña, Francisco Cruz Maquin.En el sector sindical…Henry Molina, Gabriel del Rio, Porfirio Zarzuela, y los dirigentes campesinos Luis Estrella, Ramón Vázquez, Rafael Bencosme.
Luis Henry Molina era dirigente de la Acción Católica desde la Era de Trujillo. Gabriel del Río Doñé participaba en grupos opositores dentro del Seminario Santo Tomás de Aquino. El líder sindical argentino Emilio Máspero era el asesor. En la primera reunión, que tuvo lugar el 28 de enero de 1962, participaron como invitados especiales los sacerdotes jesuitas Francisco José Arnaiz, José Llorente y Carlos Benavides.
Dado el arraigo de la Iglesia en el campo, no fue casual que entre las primeras organizaciones afiliadas a la CASC estuvieran las Ligas Agrarias, orientadas inicialmente por Prisco Morales y Ramón Vásquez, luego por Luis Estrella.
La orientación correspondió al dirigente sindical agrario venezolano Ramón Rangel Parra.Menos casual todavía fue el hecho de que el Instituto Nacional de Formación Agraria y Sindical (INFAS), realizara sus primeras actividades de formación en la instalación de los jesuitas Casa Manresa, en Santo Domingo, y en el Santo Cerro, en La Vega.Más adelante, ya con el padre Fernando de Arango a la cabeza, decenas de militantes de la CASC participaron en cursos sobre formación social, que se realizaron nada menos que en Miami, en un centro de formación que dirigía el jesuita cubano Mauro Barrenechea.
Dr. Alfonso Moreno Martínez |
Durante aquellos años el sacerdote jesuita Cipriano Cavero se mantuvo orientando al campesinado desde la popular emisora Radio Santa María, que la congregación operaba en La Vega.
La primera tarea del sacerdote Fernando de Arango,tras su llegada al país a mediados de 1962, fue reorganizar la JOC, a la que había estado vinculado en Cuba. La vocación de Arango por la formación de los jóvenes lo acercó a la Juventud Revolucionaria Cristiana (JRC), donde orientó a muchos. En el ambiente sindical Arango fue asesor de la CASCy director espiritual de muchos de sus dirigentes en los años 60 y 70.
Mi fascinación por los impresos y la propaganda me mantenía por días enteros en el primer local de la CASC, que estuvo en la Juan Pablo Pina 27, de Villa Consuelo. Eso fue antes de la guerra de abril; después de la guerra, no salía del local de la calle Juan Erazo 133, en Villa Juana. En ambos locales conocí a muchos de los dirigentes y militantes que menciona Gómez Cerda. Lo que nunca he podido saber, y nadie ha publicado, es cómo se coordinaba ese movimiento de tantas organizaciones, porque debió haber existido alguna coordinación al más alto nivel. A mí, particularmente, siempre me intrigó de dónde procedían las directrices que “nos bajaban”.
El movimiento socialcristiano se mantuvo compacto hasta poco después de la guerra de abril, cuando comenzó a resquebrajarse hasta que se desmembró tras las elecciones municipales del 16 de mayo de 1968. En algún momento estuvo integrado por las siguientes organizaciones, cuya cronología no acierto a precisar pero que se formaron todas en el periodo 1961-65:
El Partido Revolucionario Social Cristiano (PRSC), que se suponía ser el tronco del movimiento, con su legendario local en el segundo piso de la Palo Hincado esquina Mercedes, frente al Parque Independencia, encima de la farmacia Esmeralda. Allí mismo funcionó su comando durante la Guerra de Abril. Su símbolo era un machete y su color el verde cotorra.
La Juventud Revolucionaria Social Cristiana (JRSC), aunque se suponía subordinada al PRSC prácticamente actuaba de manera autónoma; albergaba a los dirigentes más avanzados y se tornaría fracción disidente luego de la guerra.
El Bloque Democrático Revolucionario Universitario (BDRU), luego BRUC; usó el color marrón en las primeras elecciones estudiantiles.
La Juventud Revolucionaria Cristiana (JRC), rama estudiantil, muy dinámica y numerosa, de alcance nacional, a la cual yo me integraría en 1964.
El Movimiento Estudiantil de Concientización (MEC), operaba en ambientes universitarios selectos y estaba asesorada directamente por los jesuitas.
La Juventud Estudiantil Cristiana (JEC), un intento efímero de organizar a los muchachos de los colegios católicos, para atajar cualquier proyecto de los partidos de izquierda en ese ámbito.
La Federación de Ligas Agrarias Cristianas (Fedelac).
la Confederación Autónoma de Sindicatos Cristianos (CASC), después del partido la organización más sólida, influyente y económicamente dotada.
El movimiento disfrutaba, además, de una fuerte incidencia en las cooperativas ya que la Iglesia fue la entidad que promovió este tipo de asociaciones en el campo desde sus inicios a comienzos de los años 40.
Hay dirigentes del periodo 1961-65 que Gómez Cerda pasa por alto en su recuento. Recuerdo a algunos amigos de mi hermano, como Juan Francisco (El Che) Herrá, y Carmen Fortuna, hermana de Gabriel Fortuna, cuya familia vivía en la calle 19 del ensanche Espaillat. También Eddy García, dirigente de la JRC, muy fogoso, aunque algunos lo tenían por loco. Otro dirigente destacado de la JRC en el Juan Pablo Duarte fue Guillermo Rodríguez, hábil polemista, siempre enfrentaba a los temidos dirigentes de la izquierdista Unión de Estudiantes Revolucionarios (UER) como Amaury, Chubby, Mayelín, Julián Parahoy.
[i] Argelia Tejada: Destrujillización Inconclusa: El Estado Confesional. Boletín del Archivo General de la Nación (BAGN) Año LXXII, Vol. XXXV, N o. 127. Santo Domingo, mayo-agosto 2010. Véase también José Luis Sáez: La sumisión bien pagada. La iglesia dominicana bajo la Era de Trujillo (1930-1961) tomo I. Archivo General de la Nación, volumen LX.
[ii] Enlace http://www.acmoti.com/COMO%20NACIO%20LA%20CASC.%20REPUBLICA%20DOMINICANA.htm
[iii]Sobre la trayectoria del padre Arango, ver artículo de José Gómez Cerda en Nuevo Diario, 2 de mayo de 2014
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