A pesar de sus jefes. Una reflexión de Luis Carvajal Núñez sobre un Ministerio y su capital humano.



En el Ministerio de Medio Ambiente trabajan los mejores técnicos del país en temas ambientales. Su preparación, su compromiso y su honestidad establecen su idoneidad para las funciones que ejercen.
En el Ministerio de Medio Ambiente, como en todos los ministerios, abundan personas contratadas por su militancia política o por relaciones primarias con la burocracia que regentea, como botín propio, a esta entidad.
Me consta que la mayoría de los técnicos y especialistas pertenecientes al partido en el poder ejercen su trabajo con responsabilidad, decoro y seriedad.
Consta también que algunos, amparados en su militancia, son prepotentes y deshonestos, persecutores de la disidencia e incapaces e inadaptados.
El cuerpo técnico del Ministerio hizo exactamente lo que hizo el PNUD:
1.- Señaló una por una las deficiencias del Informe Ambiental de Falcondo- Xstrata Nickel.
2. Ponderó, con levantamientos propios, las condiciones de base de Loma Miranda y de La Manaclita, incluyendo la verificación de los inventarios de biodiversidad y las tendencias y ecodinámicas del lugar.
4.- Crítico la superficialidad y la falta de soporte del levantamiento hidrológico.
5.- Cuestionó la inconsistencia de la proyección de beneficios con relación a las reservas anunciadas en el contexto geográfico indefinido.
6.- Demostró la subvaluación de variables y parámetros básicos y sensibles a los fines de ocultar impactos y elevar de manera artificiosa la viabilidad técnica del proyecto.
7.- Evidenció las limitaciones de las medidas de mitigación contenidas en el Plan de Manejo y Adecuación Ambiental (PMA).
8.- Propuso ampliar los Términos de Referencia (TDR) a los fines de suplir información faltante.
Los técnicos de Ministerio hicieron su trabajo como corresponde.
Lo hicieron bien, muy bien, a pesar de las limitaciones y precariedades, de su bajo salario y de la falta de reconocimiento y respeto de sus jefes.
Dijeron antes, donde correspondía decirlo y a quienes tenían la obligación institucional de decidir lo mismo que ha dicho el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Los técnicos del PNUD tuvieron que utilizar las informaciones y enfoques de los técnicos dominicanos, sobre todo los informes y reportes del Ministerio Ambiente.
Se demuestra que esos técnicos no estaban parcializados o carecían de idoneidad como afirmó el Ministro.
Hicieron lo que tenían que hacer, con la seriedad, la calidad y la pertinencia con que siempre trabajan.
Son sus jefes quienes se han equivocado.
La vergüenza que significa para el Ministerio Ambiente el informe del PNUD reivindica a los profesionales que trabajan en la institución y desenmascara a la burocracia que la dirige.
Esa burocracia debe hacerse una autocrítica pública, un haraquiri privado o ambas penas a la vez.
Reivindico y saludo al personal de base del Ministerio Ambiente.
Amor por el trabajo, capacidad técnica, compromiso con la defensa del ambiente y con el carácter patrimonial de los recursos naturales.

A pesar de sus jefes.

®Luis Carvajal

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