Minificción
Ilustración: ISOL |
Tenían 35 años de edad y 10 de casados. Eran sordomudos de
nacimiento y durante toda su silenciosa vida matrimonial se habían amado
apasionadamente. La tecnología médica, armada de chips y cables eléctricos, les
devolvió la audición y el habla. Las primeras palabras de él fueron: “Te amo”.
La primera respuesta de ella fue: “Yo también”. Se divorciaron la semana
siguiente. El no tenía la voz que ella imaginaba.
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