Todo es milagro aquí, por Luis Carvajal


(Canto al Parque Nacional Jaragua y a Bahía de Las Águilas)

“Decid al viento los apellidos de los ladrones y las cavernas”. Pedro Mir

Nacen desde las rocas mil poemas:
caracoles de ensueño, culebras, colibríes,
mar de cactus y flores,
lagartijas, espinas multiformes
y la tierna mirada de la iguana
que vigila de lejos las marismas;
el parto y el amor de los tinglares;
la tierna pulcritud de las arenas;
la inmensa añil de la bahía
y el vaivén gris oscuro del joven manatí
sobre la espuma.

Todo es milagro aquí:
el sol, el cielo que se hundió en las aguas;
el silencio de mil años de lunas y luceros
que habitan en el ojo que los mira
sobre un mundo de azules infinitos
y el festejo de todos los plumajes y colores
que invaden con su canto y con su danza
cada rincón posible de los cielos.

Praderas bajo el agua en las que pastan
estrellas y sirenas, moluscos y cangrejos
son el jardín y el patio de los grandes palacios de corales
donde cada habitante es solo un verso
de un poema de anémonas y esponjas
que le dedica el mar al padre tiempo.

Escalones gigantes de gigantes
que suben desde el mar hasta los cielos.
Mil lanzas y cuchillos de rocas, de aleluyas
y edredones de espinas
tendidos en tres camas sobre colchones verdes
para que algún coloso pueda dormir tranquilo
mientras sus ojos cuentan estrellas en el cielo.

Sur del Sur y del sueño.
Antillana razón de jicoteas.
Manantial de cavernas y areitos
donde danzan cemíes y sirenas

Hogar del almiquí y la jutía,
del tinglar y el carey,
de la gaviota gris, la paloma ceniza y el flamenco.
Cuna de mil criaturas y una angustia;
de la conflagración del alba y la esperanza;
de cantos y colores, de olores y de sueños
tendidos en las piedras
o colgados a un árbol que perfuma
u oculto en una cueva siempre es de noche:
hora eterna de amar, de ser amado
y de vencer el tedio y la rutina.

¡Tantos dones en luces y en belleza!
¡Tanta vida en la roca y en el canto!
¡Tanto dios en la arena y en el agua!

Tantas falsas promesas y milagros
que Jaragua se antoja el paraíso;
casi un sueño imposible,
sólo un temblor lejano

Sur del Sur y del sueño.
Antillana razón de jicoteas.
Manantial de cavernas y areitos:
un cuento de viajeros extenuados
que perdieron el rumbo y el destino
y hoy tienen, simplemente, que inventarlo.

Luis Carvajal

Fotografías de Ricardo Briones





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