Poema de Luis Carvajal
En el fondo del iris existe un lago inmensodonde flotan noviembres, pinturas, mediodías,
barcos de chocolate, dioses hechos de cera,
y una mujer de agua: gota de primavera
armada de horizontes que emergen desde el sueño,
salpicada de escombros y lastrada de huellas.
En el fondo del lago existe una caverna
donde el mundo no tiene ni ayer, ni todavía.
Un ojo y otro iris, otro lago y caverna, otra mujer de agua:
de noviembres que flotan,
pinturas, lejanías,
barcos de chocolate, dioses hechos de cera,
de esperas, mediodías.
Dentro de la caverna, un dios hecho de cera
se imagina una sombra que, en el fondo de un lago,
se imagina otra sombra en el iris de un ojo de una mujer de agua: gota de primavera armada de horizontes que emergen desde el sueño, salpicada de escombros y lastrada de huellas.
Iris, lago, caverna, dioses hechos de cera y una mujer de agua: gota de primavera, emergen en el iris de un ojo de azaleas que despierto recrea un mundo de palabras soñado en duermevelas.
Una mujer de agua: gota de primavera armada de horizontes que emergen desde el sueño, salpicada de luces, se liberó de huellas.
© Luis Carvajal.
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