Esta quinta novela de Edwin Disla es una de las obras mejor estructurada e intensa de la literatura dominicana. Desnuda totalmente a la sociedad contemporánea quisqueyana, donde existen unos señores de doble moral que campean por sus respetos.
¿Quiénes son estos señores que a veces aparecen en la prensa como delicados y pulcros empresarios que por estar por encima de la ley y de las buenas costumbres merecen ser llamados dioses de cuellos blancos? A este descubrimiento fascinante es al que el autor invita a los lectores, quienes encontrarán también en personajes sinuosos como Caifás, la Calavera, el Bacá, Latica y la Gata, a los peones del sucio ajedrez del bajo mundo de las drogas y el sexo. Ajedrez, en el que además juega elcontacto, alto oficial siempre en la sombra, y funcionarios civiles y militares entremezclados con Abraham y Carlos, entre otras figuras de la burguesía dedicadas al lavado de activos. Todos se ven envueltos en el asesinato de Eduardo, cineasta famoso, cuya muerte desborda un río de ambiciones, venganzas y acciones despiadadas que mantendrán intrigados y expectantes a los más indiferentes lectores, hasta el final. Por su temática atrevida, por la maestría narrativa, por las revelaciones de la podredumbre social de esta época, producto de una paciente investigación de ese bajo mundo caribeño, esta novela, escrita con un realismo dostoievskiano, está llamada a ser un clásico en su género y un best seller.
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