Fernando Pessoa y su estética de la abdicación

"Conformarse es someterse y vencer es conformarse, ser vencido. 
Por eso toda victoria es una grosería. 
Los vencedores pierden siempre todas las cualidades 
de desaliento con el presente que los llevó a la lucha que les dio la victoria. 
Quedan satisfechos, y satisfecho sólo puede estarlo aquel que se conforma, 
el que no tiene mentalidad de vencedor. 
Sólo vence el que nada consigue nunca. 
Sólo es fuerte el que siempre se desanima. 
Lo mejor y más púrpura es abdicar. 
El imperio supremo es el del Emperador que abdica de la vida normal de los demás hombres, 
en que la preocupación por la supremacía no pesa como un saco de joyas."
Fernando Pessoa, 
Libro del desasosiego.
 
Fotografía: Juan Rulfo
 
Estética de la abdicación

Conformarse es someterse y vencer es conformarse, ser vencido. Por eso toda victoria es una grosería. Los vencedores pierden siempre todas las cualidades de desaliento con el presente que los llevó a la lucha que les dio la victoria. Quedan satisfechos, y satisfecho sólo puede estar aquel que se conforma, que no tiene la mentalidad de vencedor. Vence sólo quien nunca consigue. Sólo es fuerte quien se desanima siempre. Lo mejor y lo más púrpura es abdicar. El imperio supremo es del Emperador que abdica de toda vida normal, de los otros hombres, en quien el cuidado de la supremacía no pesa como un fardo de joyas.

Fernando Pessoa

Comentarios

  1. Tanto contenido en tan pocas palabras... Recordé inmediatamente un comentario de Saramago que leí en el diario hace un par de años: "El hombre es condenadamente ingenuo, absurdamente ingenuo. No hay ninguna razón, ni actual ni histórica, para que seamos optimistas. Además, los únicos que pueden tener interés en cambiar el mundo son los pesimistas, los que ven que las cosas no van bien. Así que es indispensable que conservemos el sentido común".

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