Un minuto de silencio...

A mi regreso en taxi, el ruido que lastima de la radio, cesó cuando íbamos por la avenida Sarasota y una voz dijo: "Un minuto de silencio por las víctimas del tsunami  y el terremoto en Japón, que mucho que nos han ayudado los japoneses"









                                                                 











(sé que no fue un operador sino un taxista. Me sorprendió la solidaridad inmediata. el cese rampante de lo que me provoca dolor de cabeza. Todos estamos consternados  y todos por igual amenazados frente a una naturaleza que se cansa de ser domada.

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