Gracias Aquiles Julián. Me han dicho que el sistema no permite este tipo de "inversión" porque no rinde impuestos o ganancias al estado. No puedo concebir que alguien pretenda ganar dinero sin que medie el trabajo. ¡A esto hemos llegado!

¿Por qué las pirámides son ilegales y el mercadeo en red es legal?


Por Aquiles Julián

“En pocas semanas (dos  o tres) este negocio ha creado un boom en la capital y Santiago. En las cafeterías, pasillos de las universidades privadas, en los gimnasios y otros espacios
las frases más populares, que a muchos tienen cansados son: “¿Estás en el negocio?”, 
“¡Éntrate en mi pirámide!” y “¿Quieres ganarte 45 mil pesos de una?”.
Laura Rojas. El Caribe

La Superintendencia de Bancos, que encabeza Haivanjoe NG Cortiñas, denunció un nuevo esquema de pirámide financiera para estafarle su dinero a los incautos: esta vez con el nombre de “Donaciones solidarias” o Global Gifting Connection. Este nuevo esquema o pirámide de Ponzi, por su creador, el italo-americano Carlo Ponzi, ha atrapado a más de uno, acicateado por la avaricia y la ilusión del dinero fácil.

Muchos confunden erróneamente los esquemas piramidales ilegales con negocios totalmente legales como los de distribución en red. Son totalmente distintos. Y bien vale la pena establecer las diferencias. Y, de paso, alertar a nuestros lectores para que no caigan en la trampa de las pirámides financieras que prometen luengos beneficios sin trabajo o esfuerzo alguno y sepan detectarlas y poner en asunto a sus familiares y amigos.

De hecho, muchos esquemas piramidales intentan disfrazarse como legales, pero la clave es de dónde provienen las utilidades. En el caso de los negocios de distribución en red y ventas directas, los beneficios derivan de la venta y distribución de de productos y servicios, la creación de clientelas y redes de distribuidores asociados. Por el contrario, en los esquemas piramidales los beneficios derivan de aportaciones financieras y reclutamiento de personas que aporten financieramente. De hecho, su promesa es que “no tendrán que vender nada”. Son dos modelos distintos: uno legal, otro ilegal. Uno basado en venta de productos y servicios; otro basado en aportes financieros.


LAS PIRÁMIDES FINANCIERAS

A los esquemas de estafa financiera se les llama Pirámides de Ponzi porque originalmente el modelo fue creado por un astuto estafador italo-norteamericano, Carlo Ponzi.





Ponzi, natural de Rávena, Italia,  llegó a Estados Unidos en 1903. En 1919 se percató que los italianos residentes en Estados Unidos enviaban en sus cartas cupones canjeables por dinero a sus paupérrimos familiares en Italia, de manera que pudiesen responder las cartas. Eso le hizo saltar la chispa de su estafa: montó una compañía llamada Securities Exchange Company. Luego empezó a repartir cupones prometiendo una ganancia del 50% en 45 días o del 100% pasado los tres meses.

Rápidamente hizo fortuna. Políticos y medios de comunicación le promovieron como ciudadano ejemplar. Todo funcionaba: los intereses eran pagados puntualmente. Muchas viudas hipotecaron sus casas, otros sacaron sus ahorros de los bancos, y todos invirtieron en el negocio de Ponzi. El dinero manaba como de una fuente prodigiosa.

El periódico Boston Post pidió al analista financiero Clarence Barron que evaluara el esquema de Ponzi y se demostró su raíz fraudulenta. Los ingenuos inversionistas montaron en cólera y se presentaron en las oficinas de Ponzi. Fue a prisión y el 1ro. de noviembre de 1920 fue condenado por fraude a cinco años de prisión. Tres años más tarde fue excarcelado y le condenaron a nueve años más.

Huye a La Florida y pone en marcha otra estafa. Antes de que le descubran escapa a Texas. Se afeita la cabeza y el bigote para intentar irse del país en un buque mercante. Termina en prisión. En 1934 lo excarcelan y, a la salida de prisión, un grupo de víctimas de sus estafas le aguardan para lincharlo. Sólo la intervención policial le salva de la ira de sus engañados. Le deportan a Italia. Allá, llegó a ser asesor financiero de Mussolini y,  de nuevo, intenta montar su esquema fraudulento sin éxito.

Termina trabajando en una línea aérea italiana que volaba en Brasil y que estaba complicada en el contrabando de materiales estratégicos. Ponzi murió en la miseria en Brasil en 1949.


LOS BENEFICIOS EXAGERADOS SIN TRABAJO INDICAN INTENCIÓN DE FRAUDE

La codicia es lo que los hábiles estafadores acicatean en sus cándidas víctimas. La ilusión de altas tasas de rentabilidad sin que medie trabajo o esfuerzo alguno, como si esa persona se hubiese encontrado la cueva del tesoro de Alí Babá, la mata de los dólares o el barril de oro al final del arcoíris, señalan claramente una propensión a ser engañado.

Muchos ahorrantes dominicanos fueron estafados por banqueros inescrupulosos que ofertaron tasas de interés superiores a las prevalecientes en el mercado y captaron ahorros y dineros que luego se perdieron en las quiebras de aquellas instituciones financieras. El escándalo de “financieras”, compañías de seguro y bancos quebrados, ha sido una constante desde el cierre del Banco de Santo Domingo hasta los más recientes de Bancrédito, el Banco Mercantil y el Banco Intercontinental, que penalizaron onerosamente a la población que hemos tenido que pagar un fraude escandaloso y manejado dolosamente en perjuicio del país por las autoridades de entonces.

La candidez y escasa capacidad de pensar y discernir de las personas, combinada con la codicia, hacen que crean posible pagar beneficios tan fantasiosos como ese de invierta US$6 dólares y reciba US$1,800 dólares. ¿De dónde proviene el beneficio? ¿Qué actividad es tan lucrativa que produce 315% casi de inmediato?

Si la codicia no nos deja pensar, estamos participando en un esquema fraudulento que será frustratorio. Muchos, que son utilizados como cebos al recibir los altísimos beneficios a su modesta inversión, para que salgan emocionados a inducir a otros a que “inviertan”, reinvierten lo ganado, por lo que también terminan si los cuantiosos montos que su imaginación desenfrenada les hizo fantasear.


EL ESCÁNDALO DE LOS JÓVENES CLASE MEDIA

Según la noticia firmada por la periodista Laura Rojas y aparecida en El Caribedigital el 24 de febrero del 2011, en el país operan más de 1,500 pirámides financieras.  En ese tipo de esquema están involucrados estudiantes de las universidades INTEC, PUCAMAIMA, UNIBE, UCSD, UNPHU y otras instituciones de educación superior de clase media. Todas expresan la proclividad de muchos jóvenes a prosperar al vapor, sin que medie trabajo. Eso debe más que preocuparnos.

No sólo en las universidades privadas de Santo Domingo y Santiago han prosperado estas operaciones fraudulentas, también en gimnasios e incluso ¡en los colegios privados! Una fiebre por recibir beneficios exorbitantes a corto plazo, sin que medie trabajo alguno, está consumiendo la imaginación de adolescentes y jóvenes al grado de que se estima que más de 12,o00 personas están involucradas como “inversionistas”.

La trampa de los altísimos beneficios que proceden de un esquema de reclutar “inversionistas” y no de ninguna actividad productiva o comercial legal ha corrompido a tal grado a amplias capas de jóvenes animados a lucrar de manera fácil, que la reacción de los mismos es de justificación y defensa del fraude, lo que se evidencia en los comentarios al pie de las informaciones en los periódicos digitales.

La degeneración moral implícita nos pronostica una amplia masa de jóvenes empecinados en prosperar ilícitamente, engañando a sus semejantes. ¿Podrán adaptarse a actividades en que el ingreso proviene del trabajo, de la prestación de servicios, de crear clientes, generar valor para las personas, intercambiar, etc., cuando probaron el éxito fácil que deriva de la estafa a las ilusiones de los incautos que nos circundan?


¿DE DÓNDE PROVIENE LO QUE DISTRIBUYEN LAS EMPRESAS DE MERCADEO EN RED O NETWORK MARKETING?

A diferencia de los esquemas fraudulentos como este de las “Donaciones Solidarias”, los llamados “Círculos de Prosperidad” y otros tipos de Pirámides de Ponzi, todos ilegales, pues se basan en aportaciones financieras hechas por “inversionistas” acicateados por la promesa de una rentabilidad desproporcionada, los modelos de Distribución en Red o Network Marketing operan mediante la comercialización de bienes y servicios que generan márgenes de beneficio y por la construcción de redes de distribución que son reclutadas y entrenadas por operadores independientes afiliados a las empresas que emplean esta metodología de negocio.

Las compañías de mercadotecnia en red como AMWAYNatural SunshineAvon,JafraL´Ebel, etc., son compañías legales, debidamente registradas en el país, con domicilio  público y que se ajustan a las leyes vigentes. Estas empresas, que además están agrupadas en una Asociación de Empresas de Ventas Directas a nivel nacional y que, a su vez, son parte de organizaciones internacionales de ventas directas de gran reconocimiento, obtienen sus beneficios por la comercialización de productos y servicios que realizan sus redes de distribuidores asociados.

El modelo de distribución en red fue creado en 1959 por la Corporación AMWAYa partir de un modelo empleado en Estados Unidos por J.C. Penny y perfeccionado por la compañía de multinutrientes Nutrilite. En este modelo, la compañía matriz se encarga de la producción y logística de los productos, así como del programa de remuneración e incentivos. La comercialización se deja a cargo de empresarios independientes que operan como franquiciarios y pueden, a su vez, afiliar a personas dentro de sus redes de distribución, obteniendo beneficios derivados de ayudar a los nuevos socios que reclutan a ser productivos y obtener beneficios.

Las utilidades que estas compañías distribuyen entre sus asociados, incluyendo viajes, incentivos y otros beneficios provienen de la comercialización de los productos, no del reclutamiento de personas, pues las compañías derivan sus ingresos de los productos que las redes de distribución mueven mensualmente.

Se trata de un modelo de mucho éxito y novedoso de distribución, en que en vez de dejar la iniciativa al cliente como en la distribución pasiva, en que el comerciante abre una tienda y hace publicidad a la espera de que el cliente le visite, se aplica un modelo proactivo de distribución alcanzando al cliente allí donde él se encuentre: en su hogar, en su centro de trabajo, en su centro de estudios, etc. En manos de los franquiciarios o distribuidores independientes está el explicar el uso de los productos y servicios, motivar al cliente, crear la relación, brindar el servicio post-venta, seguimiento para reventa, solicitar referidos a sus clientes.

A su vez, los empresarios afiliados a los modelos de distribución en red pueden asociar a otras personas bajo sus redes, entrenarlas, capacitarlas, motivarlas y apoyarlas en sus arranques productivos y las compañías matrices suelen recompensarles como bonos, incentivos, viajes y reconocimientos el éxito de sus esfuerzos.


VERDADERAS ESCUELAS DE NEGOCIO

Los modelos de distribución en red son verdaderas escuelas de negocio, donde se forman como empresarios y empresarias personas que por  cuyos orígenes sociales, educativos, culturales, raciales o de género no han tenido formación o experiencia comerciales.

Inicialmente, las personas se incorporan a las empresas de distribución en red como medio de incrementar sus ingresos. Posteriormente, al aprender cómo opera este modelo de distribución de bienes y servicios,  al pulir sus habilidades interpersonales y sus competencias de negocio, al mismo tiempo que su credibilidad y confianza en este innovador modelo de negocio, desarrollan sus estructuras de distribución y alcanzan mayor remuneración, premios y beneficios.

Autores y personalidades de renombre como Robert Kiyosaki, Donald Trump, Brian Tracy, John C. Maxwell, Zig Ziglar entre otros recomiendan y promueven este modelo de distribución como el mejor camino para desarrollar habilidades de negocio e iniciar un negocio en el actual entorno económico.

Pero estos modelos demandan humildad, disposición para el aprendizaje, resiliencia para superar frustraciones, decepciones, caídas, falta de apoyo de personas cercanas, críticas y rechazos,  persistencia y constancia en el esfuerzo, actitud positiva y creativa y capacidad de hacer equipo con sus auspiciadores.

Es un proceso de crecimiento interior, en la autoconfianza, en el diseño de metas propias, en el pulimiento de habilidades y capacidades, en el desarrollo de competencias, en la creencia en sí mismo, que constituye un reto personal que quienes se incorporan a este tipo de negocio asumen. Y que a otras les resulta incómodo aceptar.


LA DIFERENCIA QUE HACE LA DIFERENCIA

Es la definición de de dónde provienen los beneficios lo que diferencia a las pirámides financieras ilegales de los negocios de distribución en red que son legales.

Mientras las pirámides financieras obtienen los beneficios de la promesa de exorbitantes ganancias sin que medie trabajo alguno a los que “inviertan”, y operan de manera oculta o semioculta, sin regulación legal alguna y al margen de la ley, las compañías de distribución en red son empresas legales, ajustadas a las leyes vigentes, que derivan sus beneficios de la comercialización de productos y servicios con amplias garantías, y que cuentan con representantes y permisos legalmente válidos.

Las personas que desarrollan un modelo de distribución en red empiezan una carrera empresarial, asesoradas por mentores que le transmiten sus experiencias y conocimientos y les guían en sus primeros pasos en los negocios. Aprenden a hacer y cultivar clientes, administrar un capital de trabajo, comunicarse, hacer equipo, negociar, desarrollar relaciones comerciales, mejorar su actitud y su presencia, etc.

Una, las pirámides financieras, llevan a las personas a inmiscuirse en acciones al margen de la ley con objetivos fraudulentos de los que serán cómplices o víctimas.

Otras, las compañías de distribución en red, forman a las personas como hombres y mujeres de negocio, con mentalidad de servicio.

Unas, las pirámides financieras, cifran su “éxito” en involucrar a una mayor masa de personas que creen invertir sus recursos en un medio que les proporcionará fabulosos beneficios.

Otras, las compañías de distribución en red, forjan su éxito a través de la creación de clientes satisfechos y de distribuidores asociados igualmente satisfechos y se basan en la comercialización de productos y servicios.

Es una diferencia significativa. Una diferencia que hace toda la diferencia.


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