Porque tu vida fue un ejemplo de interés por el arte, las cosas bellas, las canciones, la música, el amor, amistad, solidaridad y alegría, porque nada te fue indiferente, ejerciste tus criterios y formaste gente a tu alrededor con esa estirpe de maestra que llevan las Ramírez-Roques en la sangre, porque te reías hasta de las desgracias y minimizabas tus problemas (bueno, a veces); porque compartías cada logro como quien prodiga el pan de oro que se queda pegado en nuestras manos de algún modo, porque no te olvidamos ni queremos y porque estás presente en cada cosita que regalaste, que comentaste con originalidad, en cada chiste asociado a un bache, a un presidente, a una galaxia... porque te hiciste querer y necesitar. ¡Siempre estás cerca Elena Ramírez! ¡Siempre!
(Mira, no hagas bromas. Yo subí fotografías tuyas y no las consigo por nada del mundo ¡jum!)
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