Don Virgilio Díaz Grullón y Aída Bonnelly de Díaz siempre fueron un referente. Nunca olvido el día en que se interrumpió nuestra reunión en la casa de la pareja, del Círculo Dominicano de Escritores para Niños y Jóvenes porque llegó D. Virgilio y Aída se levantó con los brazos extendidos a recibirlo. Había estado mucho rato fuera y ella estaba preocupada por él. Una escena de verdadero amor que por su entrañable sencillez mantengo en la memoria con gran sentimiento. Gracias a Minerva de Cocco por prestarnos esta fotografía en la que el inolvidable Miguel Cocco organizó una fiesta de cumpleaños para el enorme cuentista que fue D.Virgilio.
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