VIDA DE UN TORMENTO
o LA COTIDIANIDAD DE LA FICCIÓN
Por el Dr. Julio Cuevas
La imaginación, en el discurso narrativo nos atrapa y nos coloca ante la presencia de universos insospechables. La imaginación es ruptura con el ordenamiento lógico de lo tangible, sin embargo, cuando lo imaginado se vincula con la realidad, el contexto se dimensiona y las argumentaciones narrativas se justifican, más allá de las dimensiones conductuales de los sujetos actuantes.
En el caso de la novela Vida de un Tormento, de Edwin Disla, nos encontramos con un entramado narrativo, donde los aspectos descriptivos se envuelven en la discursividad contextual de la obra.
Un narrador en tercera persona y en tiempo pasado, nos va llevando por los laberintos de los acontecimientos, dejándonos a cada paso, en medio de una trama situacional, envolvente, telúrica y patética, a la vez, donde el fenómeno de la locura, alcanza su más profundo matiz humano.
Una narración intensa va situando el acontecer en cada uno de los escenarios, hasta ubicar al sujeto lector ante un ambiente que le es conocido, o al menos le es familiar, formando parte de las rutas cotidianas por las que transmitan los sujetos actuantes de esta Vida de un Tormento, por lo que Morín y su madre Mercedes Mora, dan saltos en la temporalidad que envuelve el espacio histórico de los siete capítulos que estructuran el universo morfosintáctico de esta novela.
Varios sujetos narradores omniscientes se entrecruzan en esta obra y hacen que el lector se recree en su contexto y sea cómplice de las cotidianidades de la calle Julio Verne, la Arzobispo Noel y la Puerta del Conde, entre otros tantos espacios que nos son propios, alrededor de un espejismo lúdico que permite refractar, a golpe de palabras, un innegable, imborrable y persistente episodio de nuestra historia, a lo largo del trujillismo.
Edwin Disla, se sumerge en su ruta vital y como todo escrito, recrea sus fantasmas, perfila sus figuras, asume sus códigos y los pone a actuar, a través de un ritmo proceso de reinvención de nuestra historia contemporánea, y desde la ficción categoriza a sus personajes, los cuales se fijan en nuestra memoria y entran a formar parte de nuestras acciones coloquiales.
La religiosidad; los temores de la dictadura, el abuso sexual, la persecución ideológica, los conflictos familiares y las tragedias del ser, son posibilidades temáticas trilladas por Edwin Disla en Vida de un Tormento, con el objetivo de llevarlos a su imaginario, y desde allí narrarnos parte de lo que somos y justificar, desde el poder la lengua, la existencia de lo inexistente.
Un sublime sentido místico, recorre el discurso narrativo de Edwin Disla en Vida de un Tormento. Las miserias espirituales de los sujetos, los desencuentros del destino y el tormento de quienes arrastran la desesperanza, son los ejes en torno a los cuales gira el sentido espiritual de la narrativa de Disla.
A veces nos encontramos con la imaginación hecha historia, y otras veces, con la historia hecha imaginación, y en ambos perfiles está el discurso rítmico y la combinación de escenas, buscando, retrotrayéndonos hacia los repetidos episodios del mágico Caribe.
Y así tenía que ser, porque el autor de Vida de un Tormento, ha estado, como personaje de la Vida, entremezclado en la búsqueda del transcurrir de estos pueblos latinoamericanos, subyacentes en el realismo mágico, de ahí su primer libro Historia de la Revolución Nicaragüense (1988) y su segunda obra Un Período de Sombras(1993).
En efecto, estoy presentando una novela, y en verdad ella es la que nos presenta a nosotros, porque en sus capítulos están latentes nuestros espacios, simbolizando lo que somos y hemos sido, desde la historia de ensueños y melancolía que se desparrama en cada línea de Vida de un Tormento.
La contemporaneidad es aprovechada por Edwin Disla, para cogerla como pretexto y hacer que el lector se desdibuje recorriendo sus propias quimeras.
Esta es una novela que se sitúa en nuestras raíces y en el perfil de las vivencias que han servido de plataforma a la sociedad dominicana de los últimos 40 años. Se trata de una novela que recorre con sus personajes nuestros rincones y nos convoca a ser parte obligatoria de los acontecimientos.
Cuando los críticos y analistas literarios se decidan a estudiar la novela psicológica histórica dominicana, necesariamente tendrán que recurrir a Vida de un Tormento, de Edwin Disla, y entonces nos reconoceremos como sujetos de unos episodios escritos para no dejarse olvidar, porque Vida de un Tormento, es la presencia novelada de nosotros mismos, rompiendo los espacios de la ficción.
Edwin Disla
Nacido en Mao, provincia Valverde, en el año 1961. Narrador, ensayista e ingeniero. Hijo de Evaristo Disla y Lourdes Rojas. Ingeniero Civil por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (1986). Se reveló como escritor en 1988 con la publicación del ensayo Historia de la Revolución Nicaragüense, considerada como la obra más acabada que sobre Nicaragua y sus luchas ha escrito un dominicano. A este ensayo le siguieron tres novelas: Un Período de Sombras (1993), la cual le pareció excelente a la Biblioteca Popular Domingo F. Sarmiento de Argentina, “por la naturaleza de su tema, difícil y conflictivo, que da como resultado un vasto fresco de una época de triunfos y fracasos evocados con objetividad, y con un ameno estilo narrativo”; Vida de un Tormento (1997), que fue llevada al teatro en el año 2000 por el grupo Los Rinocerontes; El Universo de los Poetas Muertos(2004) y la novela histórica, Manolo (2007), basada en la vida de Manolo Tavárez Justo, que fue galardonada con el premio nacional de novela Manuel de Jesús Galván del año 2007, la más alta distinción narrativa del país.
Sobre Vida de un Tormento, el humanista y poeta Mariano Lebrón Saviñón, escribió que es una novela de tema trujilloniano, cuyo protagonista Patricio Mora, es el producto de la entrega obligada de su madre -hermosa doncella de mancillada pudibundez- a la desenfrenada vesania sexual del déspota. Son capítulos esenciales del libro de Disla los que describe la desgana de amor del violador y sus inútiles aspavientos orgásmicos. Lo demás, para este comentario que ahora hacemos, salvo señalar que su autor es un auténtico novelista, zahorí en la técnica de la novela moderna.
Las palabras de la presentación del libro estuvieron a cargo del Dr. Julio Cuevas. A continuación su discurso:
este libro se ve que es interesante, me ha gustado este blog tambien, saludos!
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