Nuestra Historia como materia prima de los novelistas.
Uno de estos días me encontré en el blog de Leibi Ng, con una sugerente pregunta, acerca de qué hacen los escritores dominicanos que no aprovechan lo que tienen. Con ella se refería a que tenemos mucho material histórico con el que podemos crear maravillosas obras que no sean sólo ensayos (puesto que de este género ya existe un generoso mar de tinta). Esta pregunta me llevó a la reflexión y de paso hice un pequeño sondeo en los vericuetos de mi memoria, recordando a los autores extranjeros que han logrado buenas novelas a costa de nuestra historia y de nuestra cultura, al igual los escritores dominicanos que también han dado sus pasos.
Remontándome a principios del siglo XIX, encontré a Bug-Jargal de Víctor Hugo, que, aunque esta novela no es específicamente sobre nuestra historia, sí lo es de la Española y sobre todo, del naciente Saint Domingue.
Volviendo a nuestros días, encontramos a Alberto Vázquez Figueroa que nos cuenta en El vendaval,parte de lo acontecido durante la Guerra del 65, en una historia palpitante y cruda, al estilo
de este exitoso escritor español. Además, en sus conocidas aventuras deCienfuegos, gran parte de la saga está ambientada en la isla Española, a excepción de una parte en que el desafortunado cabrero se pierde en el arco de las Antillas, deambula en lo que es hoy Venezuela, en el lago Maracaibo y llega hasta los confines de América del sur, buscando a su amada Ingrid Grass. También la mayoría de los episodios y los personajes que intervienen e interactúan con este intrépido gomero, son personajes sobresalientes de nuestra historia y por supuesto, en todo lo que tiene que ver con el descubrimiento de este “Nuevo Mundo”.
Otro gran autor que causó sensación, lo fue Mario Vargas Llosa con su novela La Fiesta del Chivo(2000), basada en el régimen dictatorial de Trujillo, realizada con verdadera maestría y llevada al cine en 2006.
Igualmente, la escritora chilena Isabel Allende, se ha salido con la “suya”, con su nueva novela La isla bajo el mar (Plaza & Janes 2009) donde cuenta la historia de Zarité, una muchacha mulata en el Santo Domingo de tres siglos atrás. Vendida como esclava a los nueve años. También tenemos el caso reciente del escritor francés Jean-Noël Pancrazi,
quien ha escrito ¨Le Dollar des sables” (El dólar de arena) basada en Las Terrenas y la mas reciente, Montecristi, una cruel historia ambientada en ese pueblo, ambas con un tono bastante negativo para nuestro país.Sin embargo, contados autores dominicanos han logrado que sus libros pasen las fronteras, como es el caso deManuel de Jesús Galván con su magna obra Enriquillo (1879) de estilo costumbrista y romántico, acerca de la última sublevación de la extinguida raza indígena de la isla Española. Otro ejemplo lo es también Julia Álvarez con sus novelas, En el nombre de Salomé (Alfaguara 2002), una tierna historia acerca de la poetiza Salomé Ureña y su hija Camila Henríquez Ureña, y En el tiempo de las mariposas (Punto de Lectura 2001), la cual fue llevada al cine hace unos años, basada en la vida de las hermanas Miraval, asesinadas durante el régimen de Trujillo.
No cabe duda de que los escritores dominicanos han hecho esfuerzos y podemos ver algunos ejemplos, los que han circulado en su momento en el entorno nacional, pagados por su propio pecunio, la gran mayoría. Entre ellos podemos destacar: La sangrede Tulio Manuel Cestero, El Cristo de la libertad, deJoaquín Balaguer, basada en el Padre la Patria Juan P. Duarte;
Anacaona, la reina del Nuevo Mundo de Fernando Hernández Díaz; Carnaval de Sodoma (Alfaguara 2002) de Pedro Antonio Valdez, La interesantísima serie de seis novelas de Diógenes Valdez, elaboradas a partir del poema Yelidá, donde narra con sorprendente destreza, una intensa historia de amor envuelta en una cultura mágico-
religiosa que hace temblar. Over de Ramón Marrero Aristy, es una obra también meritoria. Están también las novelas del arqueólogo Marcio Veloz Maggiolo; Las Devastaciones (1979) deCarlos Estevan Deive, entre otros. Seguramente se me han escapado muchas obras, tanto de autores extranjeros como de los nacionales, pero esto es sólo una pequeña muestra, no pretendía hacer una investigación o análisis profundo.
No obstante, no cabe duda de que autores internacionales han sabido explorar y explotar aspectos de nuestra historia y cultura con éxito. Esto debería de servir, además de orgullo, de ejemplo y motivación a los escritores dominicanos, para espabilarse y darle un giro a nuestra narrativa, ampliando las posibilidades literarias.
!Gracias, Neibi!! Es curioso ver mi blog en otro blog. Y ahora me pones en un gran compromiso con mi novela histórica!!! Tengo que ponerle muchos mas empeño, definitivamente, a ver si antes de que termine el año suceda algo interesante con ella...
ResponderEliminarAbrazos...