¡Je, je,je! apenas me reconozco en esta foto navideña. Las gafas me parecen descomunales y añoro el terciopelo de la casa de mi hermana Pochy en Hannover. Lo años pasan. Se pierde la timidez y nos vamos blindando de certezas. La gente es temerosa al mostrar su intimidad sin darse cuenta de que lo que más temor nos produce es lo que más atraemos. ¿Acaso no es una lección aprendida que debemos vivir sin miedo? Me enredo. Sencillamente he debido poner la foto y decir que mi ex cuñado Walther Eberle es un gran fotógrafo. ¡Gracias, Walther!
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