La ciudad de siena y sepia... Yo juraba que mi abrigo era azul, pero parece verde... así mismo el recuerdo va adquiriendo un color tal vez evocado, filtrado de melancolías y distancias. Aún no obtengo el maquinón que busco para practicar mi photoshop, pero no por ello voy a dejar de extraer el alma de mis recuerdos. Robándole ratos al caos y renglones a la organización, aquí sigo, terca o necia en mis líneas, aunque amo sin muletas y he dejado el bastón en la Iberia. Aquí sigo arropada de sueños, con la misma mirada de niña que camina en la Duarte y suspira con los balcones florecidos. Aquí sigo segura de mi nombre y mis venas cerradas como cápsulas de tinta preparadas para escribir la llegada de la bruma. Aquí sigo y ya no espero nada porque vivo entregada al caudal inmenso de mis propias historias que disparan, cuando menos lo espero, la carga de unos ojos que me piden entrada.
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