Yo te asusté.
Te metí miedo.
Calé tus huesos con mi verdad.
Te dejé ciego de un fogonazo.
Hice de ti un espíritu en pena…
Tú me inflaste de maldiciones.
A puro grito subí de peso.
Cebaste carnes,
grandes tendones
y encampanaste mi voluntad.
©Leibi Ng
Comentarios
Publicar un comentario