Para Gabriela

Querida Gaby:
Esta es la foto más encantadora que te ha sacado tu padre. También espera mi súper PC de muuuchos megas para repararla. Te ves tan tú misma que emociona recordarte. Regreso al momento de tu nacimiento. La primera niña en un hospital enorme recién construido y puesto a funcionar. La primera criatura extrenando sala de parto. La única habitación iluminada en medio de un apagón. Viniste con luz propia. Tu madre me regaña cuando le digo que sólo hablaba tanto para distraerla mientras sufría los dolores de parto -es sabido que a mi no me gusta hablar mucho, de hecho, balbuceo casi siempre-, pero aquel día me dio por relatar y relatar. Giny, tu madre, me miraba con dolor y por nada del mundo decía una palabra. Ella es así de callada, mucho después me reprochó mi verborrea. Todavía sigue en su mutismo, aunque tú has sabido sacarla del rincón lejano donde se refugiaba. Ahora eres más que su hija, su mejor amiga. Ahora eres toda una maravilla delante de nuestros ojos. Me encantan tus dibujos y tu creatividad. Me encanta que seas tan precisa con el lenguaje y tan vivaz con las bromas. Me encanta que sepas explicar una película con palabras técnicas y conceptos del psicoanálisis. Me encanta que me copies y que tomes lo mejor de tía Leslie, de tía Pochy, de tu prima Yin-lai... me encanta que a tus once años te gustes a ti misma y pises con seguridad. Me encanta que seas una versión mejorada de todas nosotras. Te amo. Tía Leibi
P.D.: Todo sea dicho, no me gustan los Jonas Brothers