Ernesto Paredano: La música y el deber del artista

SANTO DOMINGO (R. Dominicana).- Más que un músico, Ernesto Paredano es un artista español que ha marcado el paso de su vida al compás de armonías y ritmos. Su dedicación a la creación e interpretación de música le ha permitido compartir sus obras en el cine, el teatro y la publicidad. Actualmente se encuentra en el país, listo para presentar su más reciente proyecto de música electrónica en un concierto único que se llevará a cabo en la Alpargatería.
Paredano se aseguró de que la música tuviera una fuerte presencia en su vida. A muy temprana edad, les pidió a sus padres ir a clases de música y piano, petición que lo llevó a estudios de solfeo, piano de conservatorio, clases de canto y de otros instrumentos, como el bajo y la guitarra.
Esta versatilidad en su preparación, además de una afinidad natural con la música, le permitió adaptarse con mayor facilidad a distintos géneros, desde el clásico, hasta el rock y el pop.
“Desde que tengo uso de razón estoy metido en esto”, confiesa el artista. “Me contaron que pedí estudiar música y que lo hice de una manera muy natural. No hubo un proceso. Fue algo espontáneo de un niño: quise aprender música y desde entonces no he parado”.

La sinfonía de la transición


A principios de 2005, después de terminar la universidad y pasar por algunos trabajos que nada tenían que ver con la música, el arte o la creación, Ernesto decidió tomar el control de su destino, y optó por dedicarse plenamente a la música y se dirigió a México a probar su suerte.
 Fue el punto de partida de una prolífica carrera que lo ha llevado a participar como creador en diversos proyectos de publicidad, filmes y cortometrajes.
  “Nunca sabes en qué vas a trabajar ni cómo, ni por qué, ni con quién, ni cuándo”, reflexiona. “Hay gente que no puede soportar no saber qué vas a hacer, pero eso es lo que me atrae. Incluso en los proyectos personales no sé qué haré después porque, además, voy cambiando mucho, voy cambiando los estilos, hago lo que me apetece. Es una libertad muy interesante, sobre todo en los proyectos personales: no estar fijándote en modas o en parámetros comerciales, que normalmente son muy efímeros. Esa libertad es muy bonita. Hay proyectos que haces por amor al arte, para ver qué pasa”.
 “En publicidad trabajas para antes de ayer; es muy fugaz, muy rápida. Tienes que estar inspirado y creativo en el momento, eso solo se consigue trabajando mucho”, añade. “En una película tienes meses para trabajar, para darle vueltas a la idea, reposarla, madurarla, entonces el producto también va a ser más interesante porque tienes tiempo. Tienes una caja narrativa que no tienes en treinta segundos, en treinta segundos es muy complicado contar la historia y llegar a la emoción”.


 Un sonido personal

 A pesar de un flujo constante de trabajo comercial, Paredano no puede estar tranquilo sino tocando, ensayando o creando. En un corto período de tiempo ha creado cuatro producciones musicales (“Alebrix”, “Dos”, “Ensel” y “EP1”) y en cada álbum se distingue una búsqueda de nuevas formas de expresión, cada pieza es una melodiosa aventura llena de sustancia, detalles y atmósfera.
Para “Alebrix”, su primer álbum, creó una serie de piezas para piano y barítono. “Es un estilo bastante personal”, explica. “Las letras están hechas sobre unos poemas, fue todo sueños, visiones, un mundo muy onírico. Aunque es un estilo muy personal se puede decir que es música clásica, un estilo clásico”.
Aún así en sus producciones más recientes ha experimentado con la música electrónica. “Tengo 12 años de formación clásica, en realidad no puedo escaparme de eso”, dice, “me encanta escuchar música clásica pero ahora estoy contentísimo con la electrónica. Es algo más personal”.
Durante su primera visita a la República Dominicana, Paredano vio la oportunidad de compartir su música en un contexto distinto. “Me apetece mucho tocar aquí”, expresa. “Me ha llamado mucho la atención tener una función en otra cultura totalmente diferente a la mía y a ver qué tal. Una semana antes de venir estrené mi último proyecto. Vine con muchas ganas de seguir tocando”.
Este deseo de compartir sus más recientes creaciones, algunas sorpresas y muchas improvisaciones este 3 de enero a las 8:00 de la noche en La Alpargatería, ubicada en la calle Salomé Ureña #59, Zona Colonial, Santo Domingo.
“Es un concierto electrónico en el que se conjugan sonidos de sintetizadores, hay pianos, hay órganos, hay clavicordios, hay guitarras. Llevo como 200 loops (bucles), no llevo muestras de nadie, todo fue grabado originalmente en casa, todo es original. Es un formato de sesión continua; son unas diez canciones pero ininterrumpidas con transiciones entre ellas. Improviso muchísimo. Este proyecto me ha gustado mucho por eso, porque es muy abierto”, explica el artista.
 En cuanto al futuro, para Paredano hay una sola constante: la música.
“Me queda todo por hacer”, dice. “Siento que me queda todo por hacer. Quiero hacer una ópera, tengo una idea de hace años de hacer un ballet, no puedo estar sin trabajar. En el 2013 la idea es volver a tocar mucho, me apetece mucho la idea de volver a los escenarios y salir un poco del estudio”.
Su compromiso con la música es también social. Para él, quien tiene un talento o algo qué decir, y no es egoísta, está en la obligación de decirlo porque se debe, además,  “a un patrimonio, a un acervo cultural o artístico mundial”.
En este punto, Paredano no deja resquicios: “Si tienes algo qué decir y te dedicas a otra cosa no estás cumpliendo un deber que tienes con el mundo, con la gente”.

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Joan Prats/7dias.com.do

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