CREACIÓN DEL MUNDO. Leyenda de Bolivia


Dios creó el mundo: el hombre, la tierra, los animales y las plantas,
alumbrados por el sol, la luna y las estrellas.
Colores y propiedades dejó para último; por un error escogió al zorro para que transmitiera su voluntad a lo creado. Atokk tuvo la culpa de las imperfecciones, como se verá.

Desde lo alto del cielo Dios ordenó:
Los Hombres no necesitarán vestidos, que vivan desnudos.
Para eso les dotaré de plumas que les cubran de la cintura hasta cerca de las rodillas.
Los hombres, que por algo que no se explica no escuchaban la voz divina, inquirieron al zorro:
–¿Qué dice Dios?
El taimado aclaró:
–Dice que las mujeres fabricarán los vestidos con trabajo: hilando, tejiendo... hasta que se les hinchen las yemas de los dedos y les duelan los pulmones.
Dios volvió a ordenar:
No necesitarán sembrar cosa alguna en los campos. Árboles y toda planta darán sabrosos frutos para cogerlos fácilmente. Sobre las mazorcas del maíz crecerá la espiga del trigo.
Los hombres interrogaron nuevamente al zorro:
–¿Qué mandó Dios?
–Dice que los hombres siembren las tierras y se sustenten con su trabajo, que los vegetales los dejen para alimento de los animales, sus verdaderos hijos.
Dios habló nuevamente:
–La gente se alimentará una vez al día.
Inquirieron los hombres, y Atokk aclaró:
–Dice que coman tres veces al día. La primera comida se llamará almuerzo, servida por la mañana, la segunda se llamará merienda, al mediodía y sin falta, y la tercera, dada por la noche, se denominará cena. Que retengan esto bien los hombres y las mañosas mujeres sobre todo...
Habla Dios:
–Las lanas de las ovejas sean azules, rojas, verdes, blancas, negras, amarillas y de todo color, como el arco iris, para que las mujeres o los hombres que quieran adornarse con hermosos vestidos no tengan necesidad de "polvos" para, teñirlas.
–¿Qué ordena Dios ahora?
El ladino aclaró:
–Dice que las lanas de las ovejas serán Maceas, negras y cafés, y que si quieren teñirlas a otros colores que se compren anilinas de la kkpach'eka con su plata.
A cada afirmación del zorro las cosas salieron a su humor. Los hombres y las mujeres descontentos con las órdenes del Supremo Hacedor, quisieron preguntar por lo menos sobre un asunto, y por intermedio del zorro lo hicieron.
Atokk preguntó a Dios:
–Dicen los pobres indios que cómo hilarán y tejerán sus vestidos.
Dios repuso con bondad:
–Diles a mis hijos que sus mujeres pondrán sus husos y un poco de lana dentro de un cántaro, y yo convertiré, todo eso en hermosas telas y fascinantes hebras.
Preguntó la gente al zorro lo que Dios respondía. Atokk dijo burlón:
–Dios dice que las mujeres durante toda su vida trabajarán hilando y tejiendo, que lo que piden es imposible.
Creado el mundo, obra de la burla del zorro, los hombres acataron con tristeza la voluntad divina.

FIN

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