Madres ocidentales contra madres chinas, ¿cuáles son mejores?

¡Dios! Precisamente hace unos días, un viejo amigo me visitó junto a su hijo. Viven en Estados Unidos. El chico (28 años) está convencido de que quiere una novia asiática (ya tuvo una coreana) "porque las mujeres americanas no sirven". ¡Ay, madre! Demasiada libertad hace que las jóvenes no tenga rumbo ni sepan lo que quieren. Tremenda crisis que se me refuerza con este polémico artículo. Creo que hay razones de ambas partes. Un hecho irrefutable: hay una crisis de valores y pase lo que pase, los niños y jóvenes necesitan límites. LNG

«¿Por qué las madres chinas son superiores?». Este es el título de un polémico ensayo publicado en «The Wall Street Journal» el pasado sábado.
Desde ese momento, se convirtió en el artículo más leído y comentado de la historia de la web, con más de 36.000 post de sus lectores y compartido por más de 184.000 amigos en Facebook.
¿Pero sobre qué trata este tema que ha levantado tanta polvareda tanto en Oriente como en Occidente?
Su autora es Amy Chua, una profesora de Derecho en la Law School de la Universidad de Yale, que pretende enseñar al resto del mundo cómosu método educativo, y el del resto de madres orientales, ha logrado convertir a sus hijas en pequeños genios de las matemáticas y la música.
Una tigresa por madre
Si lasmadres españolas son dulces cuidadoras, aprensivas y protectoras con sus hijos incluso cuando son mayores, las madres chinas son exactamente lo contrario.
Siguiendo la metáfora que sugiere el título del libro de Chua, «Himno de la batalla de la madre tigre», las madres chinas serían tigresas y las madres españolas gallinas cluecas.
Según la autora, es la coacción la que lleva a la excelencia. Es por eso que el método educativo chino se basa en una disciplina férrea, con un rigor y una severidad elevada a la enésima potencia y que ha puesto en práctica con sus dos hijas, Sophie Louisa.
¿Es demasiado?, «Incluso hasta cuando los padres occidentales piensan que han sido severos con sus hijos, su actitud no es para nada comparable con la de las madres orientales», reconoce Chua.
Sin comer ni beber hasta ser la mejor
Esta madre enseñó a su hija Louisa a tocar el piano cuando ella tenía siete años al ritmo de «El pequeño burro blanco» de Jacques Ibert, unapieza muy complicada para una niña porque «las manos deben tocar ritmos completamente diferentes en un modo esquizofrénico».
Lulu (como llaman a Louisa) no era capaz de tocarla. Ni siquiera después de una semana de práctica sin parar ni un minuto. Es en este momento cuando la madre tigre saca sus garras.
Le escondió su casa de muñecas y le amenazó con no darle ni de comer ni de cenar además de no hacerle ningún regalo por Navidad y de prohibirle celebrar una fiesta de cumpleaños durante dos, tres y cuatro años consecutivos si no se aprendía la pieza. La ofendió, también, llamándole vaga, cobarde, patética y debilucha.
Ni siquiera la mediación de su marido Jed pudo parar a la madre tigre, que está «dispuesta a ser odidada». Después de días de trabajo incesante en una casa convertida en una «zona de guerra», Lulu se aprendió la canción.
Chua cree que los padres occidentales se preocupan mucho por la autoestima de sus hijos pero «esto se convierte en un arma de doble filo cuando los niños tienen que ponerse delante de un obstáculo».
El método chino es aprobado por aquellos que creen que la«permisividad de los países occidentales es excesiva». Lo cierto es que este tema «caliente» ha tocado temas sensibles como la educación de los hijos, las diferencias culturales y el nacionalismo.
La polémica está servida... ¿Usted qué opina?

El decálogo de la educación perfecta incluye:

Comentarios

  1. La gente arma demasiado revuelo con éstas cosas, pero no tiene sentido. Si sos buena persona, serás buena mamá sin importar el color de tu piel o tradición de origen. Les comparto esta otra nota sobre el estudio de las mamás chinas y la polémica http://www.entremujeres.com/hogar-y-familia/hijos/madres-chinas-superiores-wall_street_journal-permisivas-limites_0_407959206.html

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  2. Es verdad. En todas las razas y culturas, hay buenas, malas y mediocres. Aunque no creo que ser buena persona te haga buena madre (yo por ejemplo). Tendríamos que ponernos de acuerdo en si educar significa convertir a ese ser indefenso en un individuo dotado para la autosuficiencia. Gracias por el link.

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